Ubicada en la costa norte de Portugal, la Región de Oporto abarca un total de 17 municipios que confieren al territorio una inmensidad de contrastes humanos y físicos.
Cada una tiene sus peculiaridades, pero sobre todo expresan el hecho de compartir una identidad común, porque la diversidad existente vive en armonía y complementariedad.
Con el objetivo de cohesionar, se trabaja la oferta de la región en su conjunto y, a la vez, se destacan y distinguen los atributos de cada territorio. Con gran enfoque y preocupación por la calidad de la oferta, y desde un espíritu de recomendación supramunicipal, se ponen a disposición del público diversos programas culturales, gastronómicos y de naturaleza.
Así, la región se coloca como un destino con una oferta turística capaz de satisfacer todos los deseos y estados de ánimo, con 17 puertas de entrada que ofrecen a los visitantes los mejores momentos de su vida, atendiendo a sus necesidades e intereses. Puedes vivir aquí los mejores momentos de tu vida.
Aroucadestaca por la presencia de una vasta zona montañosa, compuesta por valles de laderas escarpadas que alcanzan sus mayores altitudes en las Serras da Freita y Montemuro.
El municipio, ubicado en plena cuenca del Duero y atravesado por el río Paiva, alberga un vasto patrimonio etnográfico, natural y geológico que podrás contemplar paseando por las Pasarelas del Paiva o desde lo alto del Puente Colgante de Arouca 516.
La zona del municipio de Arouca está catalogada como Geoparque Mundial de la UNESCO y alberga un destacado patrimonio geológico, entre los que destacan los geositios de relevancia internacional «Trilobites Gigantes de Canelas» y «Pedras Parideiras da Castanheira», que, junto con el resto del patrimonio natural y cultural del municipio, constituyen la estrategia de desarrollo turístico del territorio.
El centro de la ciudad cuenta con un vasto patrimonio histórico y cultural, con el Monasterio de Arouca como principal monumento histórico.
La variedad y riqueza de la gastronomía local se hace patente sobre todo en los platos de carne y los dulces conventuales y regionales.
Espinho presenta una intensa vocación marítima y rural, debido a las características físicas y humanas del territorio.
Son 8 kilómetros de playas que convierten a este municipio en una auténtica colonia de baño donde practicar diferentes deportes y explorar zonas de protección medioambiental que albergan especies únicas.
El Surf, el Bodyboard, el Golf y el Birdwatching (observación de aves) son algunas de las actividades más practicadas, y la zona dispone de varias infraestructuras e instalaciones preparadas para acoger a practicantes y albergar competiciones.
En cuanto a la cultura, hay que mencionar los acontecimientos nacionales e internacionales en los campos de la música, las bellas artes, la literatura, el cine y la astronomía.
Gondomar se aprovecha de un tramo de 37 kilómetros del río Duero, un recurso natural que dota a la zona de paisajes sobrecogedores y de verdaderos remansos costeros ideales para la práctica de deportes náuticos. La influencia del Duero en el municipio es notoria y se deja sentir en la gastronomía local a través de los famosos platos de sábalo y lamprea.
El patrimonio cultural de Gondomar es un orgullo para sus gentes y un atractivo turístico importante, como consecuencia del legado dejado por la industria minera, el arte de la carpintería y los orfebres que aún producen las joyas de filigrana más bellas del mundo. La joyería, en concreto, es la principal actividad económica, y el destino ha sido bautizado como la «Capital de la Joyería».
Gondomar posee también un valioso patrimonio construido, formado por casas solariegas y casas señoriales.
Maia tiene una ubicación privilegiada, que permite llegar y desplazarse cómodamente a otros territorios del norte de Portugal, lo que justifica el posicionamiento del Aeropuerto Francisco Sá Carneiro y su consagración como uno de los destinos de negocios más importantes del país.
Como complemento a esta plataforma de accesibilidad, el municipio cuenta con una oferta completa y variada de actividades e instalaciones dispuestas para acoger a los visitantes, donde se les hará descubrir los contrastes históricos y culturales entre los monumentos más antiguos y los más recientes, en los que destacan las influencias del Art Nouveau y el Arte Contemporáneo.
Matosinhos tiene una fuerte vinculación con el mar, consecuencia de su situación costera y de las actividades pesqueras que allí se desarrollaron desde muy temprano No es casualidad que aquí se ubique una de las mejores infraestructuras portuarias del país, galardonada con premios nacionales e internacionales: el Puerto de Leixões.
En su extenso litoral se pescan a diario varios tipos de pescados y mariscos frescos que hacen de la gastronomía local el principal producto turístico.
La arquitectura contemporánea halla en esta zona un amplio espacio para manifestarse, dando lugar a obras mundialmente conocidas de Álvaro Siza, Fernando Távora, Alcino Soutinho o Souto Moura, como la Casa de Té Boa Nova, el Marginal de Matosinhos y la Piscina de Marés.
Oliveira de Azeméisha conseguido preservar sus vestigios milenarios de ocupación humana, y ofrece un amplio patrimonio construido, desde los castros de Ul y Ossela, los molinos, el parque y la Capilla de la Salette, entre otros.
La actividad de los molineros es muy propia de esta región, que desde muy pronto produjo arroz y harina de gran calidad y también creó el famoso pan de Ul.
En el plano cultural, es esencial destacar la presencia de grandes figuras de la literatura portuguesa en la zona, como Ferreira de Castro y Eça de Queirós, además de la promoción de diversos eventos culturales y asociativos.
El municipio cuenta con un tejido empresarial ligado a las industrias del calzado, metalúrgica y metalmecánica, con proyección nacional e internacional. En este sentido, el turismo de negocios es un foco creciente.
Paredes es el 27º municipio más grande de Portugal y el 10º con la población más joven. Alrededor del 65% de los muebles portugueses se producen allí, algo que evidencia el carácter emprendedor de sus habitantes y la presencia de un importante pasado industrial que se ha ido adaptando con el paso del tiempo.
Los ríos Sousa y Ferreira han configurado el paisaje de la zona, que se distingue por la presencia de montañas, valles e innumerables especies de fauna y flora, espacios naturales que conforman el Parque das Serras do Porto. En la localidad de Castromil y Banjas se hallaba uno de los yacimientos geológicos y mineros más importantes del norte de Portugal.
Asimismo, varios molinos, iglesias, monasterios medievales, granjas y casas solariegas sirven de complemento al bucólico paisaje y rinden homenaje al pasado y a la importancia de la religión.
Vale de Cambra aúna elementos naturales únicos que hacen de esta zona un auténtico «valle mágico». Al formar parte de la gran ruta de las Montanhas Mágicas, son muchas las cascadas, embalses y aldeas históricas que se encuentran y exploran aquí a través de rutas de senderismo e interpretativas.
La gastronomía es el ex libris de la comarca, con sus asados de ternera, embutidos, jamones y vinos que atraen a los amantes del arte de comer bien.
El desarrollo de la industria láctea alimentó el crecimiento del tejido industrial del municipio y el establecimiento de grandes nombres empresariales nacionales.
Oporto es una de las ciudades más antiguas de Europa y cuenta con una historia de invasiones, saqueos y ocupaciones sucesivas que le dieron el nombre de Invicta.
Su paisaje se divide entre el río y el mar, pero su centro histórico sobresale por encerrar en sus monumentos un vasto patrimonio artístico y cultural, que fue clasificado por la Unesco en 1996 como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La ciudad da nombre al vino de Oporto y se abre paso por los cuatro puntos cardinales gracias a su sofisticado sabor.
Sin perder su carácter hospitalario y conservador, Oporto también es contemporánea en sus calles, museos, centros de ocio, terrazas y zonas comerciales.
La historia de Póvoa de Varzim se ha escrito con el mar como principal protagonista, un elemento natural fundamental para la continuidad de las actividades pesqueras y agrícolas que caracterizan al municipio.
Los visitantes del centro de la ciudad hallarán muchos ejemplos de las tradicionales casas poveiro propiedad de la orgullosa comunidad de pescadores, pero también nuevos edificios y servicios que reflejan el crecimiento y desarrollo de la ciudad.
Su ubicación costera se ha explotado para aumentar el reclamo turístico del destino, ya que los visitantes pueden realizar distintas actividades náuticas, disfrutar de playas de reconocida fama -la «bandera azul»- y compartir tiempo con la familia y los amigos.
Santa Maria da Feira, antiguamente conocida como «Terras de Santa Maria» (Tierras de Santa María), era un importante punto de encuentro de diversos pueblos, lo que nos ha permitido recoger restos que datan de distintos periodos de la historia. El castillo de Feira, construido en el siglo XV, es la principal atracción turística por su singularidad y antigüedad.
La oferta cultural del municipio es singular, y el «Viaje Medieval por Tierra de Santa María» es un claro ejemplo de ello, así como las infraestructuras y equipamientos habilitados con fines culturales, como el Europarque, el Museo del Papel, el Museo del Convento dos Lóios, entre otros.
La industria juega un papel importante en el municipio, que alberga el mayor centro de transformación de corcho del mundo y la mayor concentración de la industria del calzado.
La riqueza natural de Santo Tirso se remata con la presencia de dos cursos de agua principales, los ríos Leça y Ave, que dan vida y color al mágico paisaje de este municipio.
Con una significativa zona verde, hay varios parques que pueden explorarse mediante una ruta a pie o en bicicleta, donde se fomenta el bienestar de quienes viven aquí y/o pasan por aquí.
La multiplicidad del municipio se traduce también en su dinámica cultural. Aquí podrá descubrir la historia y las tradiciones de los monasterios y conventos locales, asistir a actos populares y participar en las actividades de la agenda cultural. Como símbolo máximo de libertad y expresión artística, le aconsejamos visitar el Museo Internacional de Escultura Contemporánea, único en Portugal.
A mediados del siglo XIX, São João da Madeira se transformó en uno de los mayores centros industriales de Portugal, debido a la implantación de la Industria Sombrerera y, posteriormente, al desarrollo de la Industria del Calzado, lo que le valió el nombre de «Capital del Calzado».
Paralelamente, crecían otras actividades del sector secundario En el municipio se encuentra la única fábrica de lápices de la Península Ibérica – Viarco.
Su marcado carácter industrial llevó a la creación de los «Circuitos del Patrimonio Industrial», que posibilitan la visita a las empresas e instituciones más emblemáticas vinculadas al sector, algunas de ellas reconvertidas en espacios museísticos.
Oliva Creative Factory es un espacio cultural y artístico que sirve de incubadora para empresas del sector de las industrias creativas y alberga un centro de exposiciones.
El municipio dispone también de hermosas zonas naturales y de ocio.
Envuelta por montañas y paisajes impresionantes, Trofa presenta un gran respeto por su patrimonio natural y ancestral, especialmente por la presencia de uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del noroeste de la península, el Castro de Alvarelhos.
Son varios los proyectos de conservación y puesta en valor del patrimonio histórico y cultural, y sus resultados han contribuido a aumentar la demanda turística, algo que también ocurre con la promoción de la naturaleza, a través del ecoturismo y el turismo activo.
Sin dejar de trabajar de cara al futuro, el municipio cuenta con un extenso centro industrial, principalmente vinculado al sector textil.
Alrededor de Valongo se extienden las sierras de Santa Justa y Pías, de donde surgen abundantes riquezas geológicas y paleontológicas. Antiguamente utilizados para la mineralización, especialmente en la industria de extracción y transformación de la pizarra, en la actualidad se hace un esfuerzo cada vez mayor por valorizarlos y preservarlos, fomentando el turismo activo y de naturaleza. Existen numerosas actividades al aire libre a las que puede acceder el público en general, desde rutas de senderismo y ciclismo hasta equitación y escalada.
La historia del condado se escribió también a partir de la industria panadera y galletera, gracias a la cual se llevaron los sabores ancestrales de Valongo al resto del país, gracias a la cuenca del río Ferreira, que regaba los maizales e impulsaba los molinos.
Las memorias de estos tiempos pasados pueden explorarse en las infraestructuras museísticas del municipio, así como en algunos de los actos culturales.
Como territorio costero, Vila do Conde tiene un paisaje marcado por las playas y el mar, donde sobresalen las tradiciones vinculadas a la pesca y a la construcción naval.
Aquí también es posible descubrir un centro histórico bien conservado, con un vasto legado arquitectónico, arqueológico y artesanal.
Los visitantes de Vila do Conde pueden conocer las tradiciones de un pueblo que vive y aprovecha los recursos naturales de la tierra y del mar, y la rica y diversa gastronomía local que invita a saborear platos de pescado y marisco, así como los dulces de convento elaborados por los lugareños.
Vila Nova de Gaiaabre las puertas a un centro histórico repleto de calles entrecruzadas, casas envejecidas, robustos monasterios y antiguas bodegas donde se elabora el famoso vino de Oporto.
La geografía del municipio se distingue por la presencia de una extensa costa marítima y fluvial, que da lugar a una gran variedad de playas y paseos. A escala nacional, Gaia es el segundo municipio con más playas con Bandera Azul del país.
Sus condiciones naturales han hecho posible el afianzamiento de tradiciones pesqueras en algunas parroquias, como Afurada y Aguda, donde la gastronomía es muy popular.
La riqueza natural del territorio es inmensa y motivo de creciente inquietud por la conservación de su fauna y flora, como el Parque Biológico, la Estación Costera de Aguda y la Reserva Natural del Estuario del Duero.