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La singularidad de la Porto Region proviene de la coexistencia armoniosa de los contrastes y diversidades que existen en el territorio.

De los distintos atributos que distinguen a la región, la gastronomía es uno de los elementos más influidos por su diversidad y su fuerte carácter acogedor.

Gracias a las condiciones geográficas del territorio, como el clima, el relieve y la disponibilidad de agua, los recursos naturales y los productos agrícolas empleados en los platos y manjares locales se multiplican, dando lugar a una dieta tradicionalmente mediterránea con influencias atlánticas.

Los embutidos, quesos, sopas y vinos hacen que el paladar se prepare para recibir el sabor de las tiernas carnes rojas, pero también el frescor de los pescados y mariscos que se encuentran tanto en el mar como en el río. La oferta de postres es infinita y muy dulce, por lo que resulta difícil elegir cómo terminar con broche de oro este viaje gastronómico.

Una vez hechas estas presentaciones, debemos preguntarnos…

Bueno, ¿por dónde empezar?

Navega por esta colorida galería y prepárate para salivar con las sugerencias gastronómicas que no debes perderte cuando visites la Porto Region. ¡Que aproveche!

1. Arouca

Los platos regionales de Arouca se elaboran con carne arouquesa. Suculento, poco húmedo y clasificado como DOP (Denominación de Origen Protegida), se obtiene de animales de raza arouquesa, que viven en libertad en las sierras circundantes.

La ternera asada en horno de leña o «Posta Arouquesa» es el plato más popular. Otro plato que no debe perderse es el cabrito Gralheira asado lentamente en horno de leña.

Arouca deja también su impronta en la repostería conventual, de la que muchos dicen que es la mejor del país. Hay numerosos dulces elaborados con almendras, huevos y azúcar, como las «Castanhas doces» (castañas dulces), las «Roscas» (biscotes) o las «Morcelas doces» (galletas dulces). Los dulces regionales como el bizcocho, en rebanadas o en bolas, las cavacas y los melindres también hacen las delicias de los comensales.

2. Espinho

El mar es el protagonista de la cocina de Espinho, gracias a su situación costera.

Los langostinos son considerados una experiencia gastronómica única que estimula un deseo incesante de mantener el sabor del mar en la boca.

El pescado de Arte Xávega es el punto de partida para la creación de otros muchos platos, donde la «Sopa de Peixe» y la «Caldeirada» cobran protagonismo.

3. Gondomar

El vínculo del territorio con el río Duero es muy intenso e inspira la cocina de Gondomar, donde se valoran los productos endógenos y se conservan las buenas costumbres.

Quienes van a Gondomar por su gastronomía sabrán que la lamprea y el sábalo son indisociables de los menús locales, al igual que el nabo.

Entre enero y abril no faltan ocasiones para probar la «Lampreia à Bordalesa» o el «Arroz de Lampreia». En cambio, el «Caldo de Nabos» se elabora tradicionalmente durante las fiestas de la ciudad, entre septiembre y octubre.

Desde hace más de dos décadas, Gondomar promueve Festivales Gastronómicos con gran reconocimiento y demanda.

4. Maia

Al igual que otras ciudades del norte de Portugal, la principal actividad económica ha sido durante siglos la agricultura y el pastoreo, una realidad que ha introducido en la gastronomía incontables platos de carne, pero también de pescado como resultado de la influencia y la proximidad a otras ciudades.

Como tal, la génesis gastronómica de Maia reside en cuatro manjares principales: «Cabrito à Maiata», «Bacalhau à Lidador», «Bola de Cebola» y «Leite Creme de milho».

5. Matosinhos

La tarjeta de visita de la comarca es su gastronomía, que debe su reconocida reputación al pescado y marisco frescos que se traen a diario del mar a las cocinas locales.

En el casco antiguo de la ciudad se pueden probar delicias como lubina, bogavante, pulpo, bacalao, rape, potajes, cataplanas y arroces marineros.

No obstante, la «Sardinha Assada» es el plato preferido, especialmente durante las celebraciones de los Santos Populares.

6. Oliveira de Azeméis

El «Pão e a Regueifa de Ul» hace alusión a la larga actividad de los molineros del municipio, que favoreció la producción de harina y arroz de gran calidad.

Con un sabor singular, estos productos se cocinan tradicionalmente en horno de leña y constituyen la génesis de los sabores de Azeméis.

En el Parque Temático Molinológico tendrá la oportunidad ideal para degustar este manjar y presenciar su elaboración, mientras disfruta de los sonidos y colores de la naturaleza que le rodea.

7. Paredes

La ruralidad del municipio está vinculada a la agricultura y la ganadería, actividades que han sido fuente de sustento y alimento durante siglos.

El cordero asado es un plato tradicional de Paredes, siendo el más famoso el «Cabrito Asado» en horno de leña con arroz hecho en cazuela de barro.

También es muy apreciada la «Sopa Seca», un postre a base de pan, canela, azúcar y menta que se prepara en época de vendimia, Carnaval y Navidad.

8. Porto

La riqueza cultural de la ciudad ha dado lugar a los platos más enigmáticos.

En primer lugar, las «Tripas à Moda do Porto», un manjar hecho en el siglo XV que perdura hasta nuestros días y que inspiró el apodo dado a los habitantes de la ciudad: los tripeiros. Compuesto de varios tipos de carne, callos, salchichas y judías blancas, retrata la esencia de la región y sus gentes.

Siglos más tarde llegó la famosa «Fancesinha», una combinación de aperitivos franceses y una salsa única. Suele consistir en salchichas, chorizo fresco, jamón, embutidos, filete y se cubre con queso fundido. El secreto del éxito de este plato está en su salsa picante a base de tomate.

9. Póvoa de Varzim

Sus tradiciones gastronómicas son el reflejo de una realidad social caracterizada por la precariedad de una población pesquera que se limitaba en gran medida a lo que se traía del mar y se cosechaba en la agricultura de los alrededores.

La «Pescada à Poveira», que se sirve en un plato de barro, es una referencia gastronómica local cuya elaboración se basa en hervir los ingredientes, incluido el pescado que le da nombre, y preparar una salsa de aceite de oliva, vinagre y pimentón.

También sugerimos la famosa «Rabana Poveira», un dulce típico de Navidad, que se distingue de los demás por la calidad del pan utilizado.

10. Santa Maria da Feira

Su identidad milenaria nos hace descubrir un amplio patrimonio gastronómico, influido en gran medida por sus raíces celtas, medievales y conventuales.

El producto que confirma a Feira como destino de sabores es la «Fogaça», un pan típico que combina dulce y salado, cuya forma se inspira en el principal monumento histórico de la ciudad, el Castillo.

No olvidemos la «Regueifa Doce» y los «Caladinhos», también excelentes ejemplos de esta multiplicidad.

11. Santo Tirso

Es en la repostería donde Santo Tirso se hace un nombre. El «Jesuíta» es un famoso hojaldre de forma triangular con un relleno de dulce de leche y una cobertura de glaseado real. Originaria de este municipio, lleva más de un siglo contando su historia y es uno de sus hitos más famosos.

Ahora tengo que preguntar al lector, ¿sabes cómo come un jesuíta? La pregunta puede parecer rara, pero en realidad hay una forma concreta de hacerlo, según los expertos. Aquí tienes 3 consejos sobre cómo hacerlo:

  1. Abre el jesuíta por la mitad;
  2. Pon la parte azucarada en el centro de la mermelada, girando las dos partes cortadas hacia el centro del dulce;
  3. Disfruta de la aventura gustativa que ofrece este manjar tirreno.

12. São João da Madeira

El caramelo «Ermelindas» se creó en torno a los años 70 para mayor comodidad de los viajeros que pasaban por São João da Madeira para llegar a Oporto o Lisboa, ya que entonces no existía la carretera nacional A1.

Ermelinda, una dama muy visionaria en aquella época, creó la receta y fomentó la costumbre de comprar el dulce cada vez que pasaba por allí.

Últimamente, y con el objetivo de conectar la gastronomía con la historia industrial de la comarca, se han elaborado platos alusivos a las actividades de producción de zapatos y sombreros, en los que se han reproducido las formas de zapatos y sombreros en pequeños aperitivos y se ha generalizado el uso del conejo y la zanahoria como ingredientes en algunos manjares.

13. Trofa

La cocina tradicional de Trofe recurre a sabores intensos difíciles de olvidar para el paladar. El “Arroz Pica-no-Chão” es un excelente ejemplo de ello.

En cuanto a dulces tradicionales, el municipio es aclamado por sus rabanadas, sopas secas y manzanas asadas. Los «Castrinhos», no obstante, merecen una mención especial porque representan una novedad y un homenaje al monumento Castro de Alvarelhos.

De esta tierra, fértil en recursos naturales y de clima suave, surgió el vino «Castro- Trofa», de carácter fresco y ligero.

14. Vale de Cambra

Para empezar, las mesas de Vale-Cambrenses se repletan de aperitivos para empezar a preparar el paladar de los más golosos con jamón, queso serrano, pan de maíz y vinos verdes de variedades de uva locales.

En cambio, es en la «Ternera Asada» donde se encuentran los verdaderos aromas y sabores del Vale de Cambra. Cocinado al horno y servido en cazuela de barro, debe disfrutarse tranquilamente y con un buen vino, con el verde paisaje del mágico valle de fondo.

15. Valongo

Valongo es la «Tierra del Pan, la Regueifa y el Bizcocho».

Los recursos hídricos del municipio resultaron fundamentales para la actividad de los molinos que alimentaron la industria panadera que sirvió a la ciudad de Oporto durante siglos.

La fabricación de galletas y regueifa llegó después, pero también supo ganarse una gran demanda por su calidad y sus métodos de cocción tradicionales.

16. Vila do Conde

El contexto geográfico del municipio está representado por una gran variedad de pescados y mariscos, ya que es tierra de mar y río.

Particularmente popular es el plato de Petinga «à moda das Caxinas», un guiso de petinga con patatas, harina y muchos otros ingredientes. Sin duda, ¡es un plato de sabor excepcional!

Aún así, en el municipio se puede degustar alguna opción de carne, como el » Cabrito Asado «.

17. Vila Nova de Gaia

Vila Nova de Gaia es la cuna del vino de Oporto, un sabor sofisticado que conquista el mundo cada vez que se eleva una copa.

Producido en la Región Demarcada del Duero, este vino envejece en las bodegas de Gaia, produciendo diferentes perfiles como Blanco, Rubí, Tawny y Rosado. De aroma intenso y sabor largo y dulce, tiene una graduación alcohólica alta y sugerimos una cata relajada para experimentar todas sus características y particularidades.

Aprovecha la oportunidad para conocer otras experiencias y actividades de la región que motiven tus intereses y se adapten a tu estado de ánimo, completando así tu visita. Ahora que ya has elegido tu capricho gastronómico, ¿cómo estás de ánimo? ¿Zen? ¿Aventurero? ¿Romántico?

Descubre aquí todas las experiencias disponibles para cada estado de ánimo.

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